Por casualidad conocí el fascinante mundo de los marcapáginas y descubrí que va más allá del simple trozo de papel o cartón al que normalmente estamos acostumbrados a llevar con nuestros libros, se pueden decorar de infinidad de formas, podemos inspirarnos en el libro al que lo vayamos a destinar o dejar volar nuestra imaginación y crear una obra de arte que nos acompañe para siempre, yo para empezar elegí dos láminas bonitas y las plastifiqué, el resultado no me gustó mucho, pero por algo se empieza y ya iré mejorando con la ayuda de las compañeras del foro de marcapáginas.
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